El mar es uno de los lugares más desconocidos de la tierra, para ser más exactos, se estima que solo se conoce alrededor de un 2%. Cada año le vamos conociendo un poco más, aún así nunca es suficiente. Las Fosas de las Marianas son el perfecto ejemplo de desconocido dentro del mar.
Las fosas marianas son el punto más profundo de la tierra, que no necesariamente el más cercano al centro del planeta. Estas se sitúan en el fondo del pacífico norte, concretamente en la región comprendida por los países del Sudeste Asiático, Oceanía y parte de la Polinesia. Específicamente, queda cerca de las Islas Marianas y Guam. Las fosas tienen una curiosa forma de media luna y miden unos 2550 km de largo y 69 km de ancho, su punto más profundo conocido llega a los 11.050 metros en el extremo sur de un pequeño valle en su fondo, conocido como el Abismo de Challenger. Para ser más gráficos, utilizaremos esta famosa comparación: Si pudiésemos inserir el monte Everest, dentro de las fosas, su cima estaría todavía a más dos mil metros bajo el agua.
Aunque no se haya explorado tanto como otros territorios, las fosas de las marianas siempre han resultado un punto de atención social. El primer acercamiento fue en 1875 por la fragata de la Marina Real Británica HMS Challenger durante la expedición Challenger. No obstante, no fue hasta el 23 de enero de 1960 que hubo el primer descenso tripulado. El objetivo de la inmersión era obtener datos de este abismo, la sumersión estaba capitaneada por Jacques Piccard y acompañado por Don Walsh, oficial de la Armada estadounidense. La segunda incursión a las fosas fue en 2012 por el famoso director de cine James Cameron que, hasta 2017, el y su tripulación fueron quienes más se acercaron al Abismo de Challenger.
No obstante, en 2017, Victor Vescovo batió el record alcanzando los 10.928 metros de profundidad. Desafortunadamente, Vescovo no llego a otra conclusión que no estuviese relacionada con la contaminación marina: "Fue muy decepcionante ver la contaminación humana obvia en el punto más profundo del océano", contaba para la prensa. Pero, además de la contaminación plástica, lo cierto es que el punto natural más profundo de la Tierra, un escenario yermo, casi helado, con un agua densa como en ningún sitio y una negrura absoluta, tiene más cosas que mostrar.”
Tal como vemos, ni siquiera el punto más profundo de la tierra se libra la contaminación, hecho que nos sirve para reflexionar sobre hasta donde alcanza la basura arrojada al mar. La polución en las fosas de las marianas no es más que el ejemplo de nuestra inconsciencia. No sabemos el peso de nuestras acciones y esto es la prueba. Desde Blue Carbon queremos luchar porque nuestras acciones impacten en el mar, pero sobretodo, para que impacten en el imaginario colectivo.
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