En el post de hoy hablaremos sobre los derrames de petróleo, una de las catástrofes más perjudiciales para el planeta. También conocidos como masa negra, es un vertido de este hidrocarburo que se produce debido a un accidente o práctica inadecuada que contamina el medio ambiente, especialmente el mar.
Los derrames de petróleo a menudo ocurren debido a accidentes, por errores o porque hay una descomposición de este recurso. Otras causas incluyen desastres naturales o actos deliberados. Estos tienen grandes efectos ambientales, sociales y económicos. También pueden afectar a la salud humana con problemas de irritación cutánea y ocular, problemas neurológicos, respiratorios y estrés.
Las principales víctimas de estos desastres son la flora y la fauna de las zonas afectada. Por un lado, los peces se envenenan al consumir presas con crudo y toda la cadena trófica queda afectada pudiendo afectar, incluso, al ser humano. Además, los hidrocarburos destruyen los huevos o producen crías con malformaciones. Los moluscos bivalvos, en especial los que viven aferrados a las rocas, mueren por sofocación debido a la capa de petróleo. Las aves y mamíferos marinos se impregnan de petróleo y acaban muriendo, bien intoxicados o bien por hipotermia al quedar dañada la capa que les protege del frío. Por otro lado, los ecosistemas que dependen de algas y plantas también sufren mucho las consecuencias. Las praderas marinas y los arrecifes de coral son muy vulnerables a estas catástrofes.
Las principales consecuencias de los derrames de petróleo son: contaminación directa, alteración de la circulación de gases, afectación de los fondos marinos, intoxicación, aumento de las infecciones, efectos negativos en la fertilidad, reproducción y propagación de la fauna y flora marina, alteraciones del comportamiento, destrucción de las fuentes del alimento, incorporación de substancias cancerígenas en las redes tróficas, efectos sobre la disponibilidad de luz y afectación de las comunidades marinas.
La recuperación es lenta y hay que lo hacen de manera más rápida. No obstante, si nos referimos a ecosistemas de fondos marinos o de zonas costeras su recuperación puede durar hasta un siglo. Si el vertido no es demasiado grande, la zona puede recuperarse en 10 o 20 años dependiendo de la magnitud de la tragedia.
En los últimos 50 años ha habido al menos 130 derrames de petróleo graves, la mayoría de ellos provocados por barcos petroleros y plataformas de extracción. Los más importantes han sido: colisión entre el Atlantic Empres y el Agean Captain (1979), el desastre petrolero en México del Ixtoc I (1979), la catástrofe ecológica del Exxon Valdez (1989), la marea negra en el golfo pérsico (1991), el desastre del Prestige (2002) y el hundimiento de la plataforma Deepwater Horizon (2010).
Afortunadamente, los derrames de petróleo no son tan comunes como otras afectaciones marinas. Sin embargo, cuando estos ocurren tienen unas consecuencias tan devastadoras que es muy difícil de regenerar por completo. Muchos de ellos tienen su origen en errores humanos y otras equivocaciones. Desde Blue Carbon confiamos en qué una mayor conciencia medioambiental acabaría con problemas como este, seamos consecuentes con nuestros actos.
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