Como ya hemos visto en otros post, podemos decir que los plásticos son el enemigo acérrimo del océano. Afortunadamente este hecho ya es mundialmente conocido y se están empezando a tomar medidas al respecto. Una de las más conocidas, es, sin duda, el objetivo de la Unión Europea de terminar con los plásticos de un solo uso, que, a la vez, constituyen el 70% del plástico que abarrota los mares y océanos. En el post de hoy, hablaremos de tres materiales alternativos que, poco a poco, van ganando terreno en muchas industrias, estos son: los hongos, las algas y el almidón de patatas.
Los Hongos
Los hongos como substitutos del plástico los encontramos sobre todo en la industria del eco-diseño. Esto se debe a su capacidad para soportar otros materiales. Una de las ventajas más fuertes que estos tienen es que, cultivándolos de distintas maneras, es posible crear un amplio espectro de materiales, algunos de ellos son el caucho, el cuero, el corcho y, obviamente, el plástico. Una de las figuras más reconocidas en la creación de materiales alternativos a partir de los hongos, es el Dr. Han Wösten de la Universidad de Utrecht (Países Bajos), según este, tratan de aprovechar la estructura de los hongos para hacer crecer materiales similares al plástico convencional.
Hoy en día, una de las empresas que ya ha empezado a incorporar materiales derivados de los hongos es el gigante mobiliario Ikea. Por el momento, su introducción es pequeña comparada con el plástico que genera, no obstante este ha empezado a incorporar el “mushroompackaging” en sus embalajes.
Las algas
Las algas las encontramos sobre todo en los procesos de creación de bioplásticos, ya que para ello se requiere descomponer algas en pequeños gránulos. Estos gránulos son los que posteriormente se convertirán en ingredientes claves para productos como memorias USB, juguetes, marcos de gafas, llaveros, señales de tráfico, envases de alimentos y lámparas. Tal y como demuestran estos productos, hoy en día se pueden crear una infinidad de cosas, aparentemente de plástico, con origen 100% vegetal, en este caso, de algas.
Un ejemplo de empresa que ya ha empezado a utilizarlo es la compañía de pajitas de un solo uso Loliware. Esta tuvo bastante reconocimiento durante la ola de protestas en contra de los plásticos de un solo uso en 2018. Sus pajitas no solo so degradables en la tierra y agua, sino que teóricamente pueden ser comestibles.
Chelsea Briganti, su fundadora, sostiene: "Nos abastecemos de cinco a ocho especies diferentes [de algas] y hacemos mezclas personalizadas para crear nuestros productos, lo que nos da ese maravilloso equilibrio entre la integridad estructural y la flexibilidad. Nos permite imitar el plástico en un grado muy alto".
Almidón de patata
Este material es un residuo que queda de la producción de patatas fritas. Nadie diría los múltiples usos que este tiene, pues al fin y al cabo no deja de ser, precisamente, un residuo, que es lo que se pretende eliminar. No obstante, el almidón de patata es un excelente ingrediente para la composición de bolsas de plástico. El ejemplo más claro es el de la empresa BioLogiQ, que, combinándolo con el poliuretano, material original de las bolsas convencionales, consigue bolsas mas delgadas y resistentes. Además, y lo que más lo diferencia del plástico, es que se degrada en 4 semanas en la tierra.
Tal como se observa, las alternativas al plástico nos dan la esperanza de empezar a eliminar estos residuos. Su implementación soluciona gran parte del problema, sin embargo, sin la colaboración de todos no será suficiente. Poco a poco, en nuestro día a día ya podemos ir reduciendo nuestro consumo. Únete a la lucha contra el plástico.
Comments